La Gestión Económica de la Empresa. El factor clave del éxito: Un breve enfoque integral para pymes, autónomos, ejecutivos y emprendedores

La Gestión Económica de la Empresa. El factor clave del éxito: Un breve enfoque integral para pymes, autónomos, ejecutivos y emprendedores

La gestión económica de una empresa es un tema complejo que engloba múltiples dimensiones, desde la generación de ingresos hasta la administración eficiente de los recursos.
Este artículo tiene como objetivo ofrecer una visión completa y práctica de los principales ejes de la gestión básica que toda pyme, ejecutivo, emprendedor o autónomo debe conocer y aplicar.

Los Ingresos: sin ellos, no hay nada

Los ingresos son la base de cualquier empresa. Sin ingresos, no existe negocio. Es fundamental tener una sólida estrategia para generar ingresos, que puede incluir la diversificación de fuentes, la optimización de precios y la expansión de mercados. No se trata sólo de vender más, sino de vender mejor, y vender mejor significa vender conociendo la rentabilidad del ingreso y el contexto del mercado en el que se vende.

Costes: La otra cara de la moneda de los ingresos

Tan importante como generar ingresos es controlar los costes. Los costes pueden ser fijos o variables o bien directos o indirectos, y entender su estructura es primordial para la rentabilidad. La gestión de costes es lo que implica no reducir gastos sino invertir operacionalmente de forma inteligente para generar un retorno positivo. Esto significa que los costes son la inversión operacional que hacemos para obtener los bienes o servicios que vendemos.

Márgenes: El secreto del beneficio

El margen es el que queda después de restar los costes de los ingresos. Los márgenes saludables son indicativos de un negocio sostenible. Aquí, la clave está en la eficiencia: cómo generar más ingresos con menos costes. Los márgenes son el secreto del beneficio. Gestionarlos eficazmente es una garantía del éxito de la empresa porque se anticipa con mucho tiempo si nos acercamos o alejamos de nuestros objetivos de beneficio.

Seguimiento de las operaciones: La rentabilidad real se genera aquí

Si tu empresa transforma unas entradas físicas (industrial) u ofrece la aportación de conocimiento y tiempo (servicios), el seguimiento de las operaciones es vital. Éste es el momento en que se genera lo que vendemos, y ahora es cuando se genera el resultado real de la operación. Por eso es vital seguir y monitorizar esta fase. Aquí tenemos grandes herramientas de gestión como la OEE que nos permite conocer la eficiencia en la producción, calidad del proceso y nivel de utilización de los recursos. Todo esto en paralelo a la gestión de la cadena de suministro. No seguir las operaciones es renunciar a conocer la rentabilidad real.

Compras y aprovisionamientos: Los proveedores también generan nuestro valor

La gestión de compras y aprovisionamientos es otro pilar en la estructura económica de la empresa. Contratar eficazmente y contar con los proveedores apropiados con las condiciones necesarias, y disponer de sus bienes y servicios cuando sea necesario y en la cantidad apropiada para que nuestras operaciones sean óptimas son aspectos clave. Nos olvidamos que los proveedores y lo que nos entregan son uno de los factores de coste más importantes, tanto en la industria como en la distribución.

Gestión de stocks: Una gestión fundamental para el servicio al cliente y la liquidez de la empresa

Un inventario mal gestionado puede resultar en elevados costes y oportunidades perdidas, así como una tumba para el dinero. La gestión de stocks es fundamental para asegurar el flujo de las operaciones, mantener la liquidez de la empresa y aumentar el nivel de servicio al cliente.

Periodo de cobro y pago: La velocidad a la que funciona el combustible de nuestra empresa

La liquidez de una empresa a menudo depende de cómo se gestionan los períodos de cobro y pago. Es crucial establecer términos claros con clientes y proveedores para mantener un flujo de caja saludable. Es relevante un buen seguimiento de las condiciones de cobro y pago, que junto a la gestión de stocks, es la base de una correcta gestión de la liquidez. No podemos olvidarnos, que el primer banco es tu circulante.

Organización interna basada en procesos: Sin procesos no sabemos cómo generamos el valor

La eficiencia interna es tan crucial como la eficiencia operativa. La organización debe estar alineada con los objetivos empresariales, y esto se logra a través de una gestión basada en procesos. Herramientas como el análisis de flujo de valor pueden ser útiles aquí. Si no sabemos y entendemos cómo generamos el valor que entregamos a los clientes, es imposible optimizar el valor de nuestra actividad.

Monitorización y seguimiento de la actividad empresarial: La materia prima para tomar mejores decisiones

La toma de decisiones debe basarse en datos. La monitorización y el seguimiento no sólo ayudan a entender el rendimiento actual sino también a prever futuros escenarios. Los KPI (Indicadores Clave de Rendimiento) son esenciales en este aspecto.

Gestión del equipo humano: La verdadera diferencia de una empresa

El equipo humano es el activo más valioso de una empresa. La gestión efectiva del equipo humano abarca desde la contratación hasta la retención de talento, pasando por la formación y el desarrollo profesional.

Generación de liquidez: El beneficio es una opinión, pero la tesorería es un hecho

La liquidez es la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones y generar la fuente de financiación más eficaz e importante para una empresa: la autofinanciación. Una buena gestión de la liquidez implica tener suficientes activos líquidos para cubrir los compromisos de pagos y generar flujo de caja libre suficiente para autofinanciar a la empresa y retribuir la propiedad del negocio, es decir, al empresario. Recuerde que el origen de la liquidez se encuentra en la capacidad de generar beneficios y en la gestión eficaz del circulante.

Diseño y gestión de los gastos de estructura: Una gestión clave olvidada

Los gastos de estructura, como el alquiler, los salarios y los servicios públicos, son gastos que la empresa debe asumir independientemente de su nivel de actividad. Estos costes son los que se absorben a través de los márgenes. Por tanto, la conjunción de generación de márgenes y una gestión eficiente de estos gastos son un binomio esencial que puede marcar la diferencia en la rentabilidad. Dimensionarlos correctamente y monitorearlos apropiadamente es clave para el camino de la rentabilidad, y como resultado de la supervivencia de la empresa.

Conclusión

La gestión económica de la empresa es un ejercicio de equilibrio entre múltiples factores. Requiere una visión integral y capacidad para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio. Al dominar estos ejes de gestión básica, estarás mejor preparado para llevar a tu empresa al éxito.

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